28.5.09

Manha do Carnaval

Hoy comparto con vosotros una canción que de vez en cuando necesito escuchar. Se trata de una canción que procede de la banda sonora de la película Orfeo negro (1959). La canción se nos presenta desnuda, hermosa, limpia, ingenua, dulce… seguiría con el diccionario de sinónimos varios días. Ya me diréis. Por cierto, trascribo la letra en portugués. Creo que no necesita traducción.

MANHA DO CARNAVAL
(Luiz Bonfa & Antonio Maria)

Manha, tao bonita manha
De um dia feliz que chegou
O sol neceu surgiu
E em cada cor brilhou
Voltou o sonho entao
Ao coracao

Depois deste dia feliz
Nao sei se outro dia havera
E' nossa amanha
Tao bela afinal manha
De carnaval

Manhã tão bonita manhã
Na vida uma nova canção
cantando só teus olhos
teu riso e tuas mãos
pois há de haver um dia
em que virás
das cordas do meu violão
que só teu amor procurou
vem uma voz
falar dos beijos
perdidos nos lábios teus
canta o meu coração alegria voltou
tão feliz a manhã desde amor.

25.5.09

El espino rojo

Enfermo de amor, el espino buscaba la amapola. Presentía su hermosura entre la verdura del río y un inmenso rescoldo de retamas.
A todos preguntaba, pero todos le mentían: “Se la llevó el trigo”, “Se abrazó al olivo”.
Loco de soledad, perdido en la ribera, sintió que sus espinas cortaban la fragilidad de su talle, que moría de muerte, se moría.
Aun así, la amó con los cuchillos del alma, con la amarga savia de sus hojas, hasta que la seda de sus pétalos se tornó oscura.
Hay quien dice que la belleza de la rosa nació del deseo imposible del espino y del rojo ensangrentado de la amapola. Otros, en cambio, cuentan que el aroma fugaz de la rosa recuerda el fragor de la retama, los celos del trigo y la sombra del río.

20.5.09

Haiku al modo pastiche

Sinceramente, no sé de dónde sacáis el tiempo para publicar a diario y comentar en vuestros blogs amigos. ¡Misterios del universo!
Viéndome hoy un poco agobiado por la necesidad de publicar algo, he acabado profundizando en les esencias líríacas del haiku, hasta tal punto que las raíces del poema han llegado al mismísimo Japón. Aquí lo tenéis.

Satsuma sushi
catana zen tatami
dayro funea.


P.D.: Espero que mi amiga Rosna no se enfade.

18.5.09

La noche del aguacero

Hace unos días escuché al poeta Félix Grande hablar de la poesía y, en concreto, de la esencia lírica en estado puro que se podía encontrar en las letras flamencas. Él ponía como ejemplo una soleá, una composición popular de 24 sílabas (8a 8- 8a) en la que se condensa un sentimiento, en este caso, los celos. Sin duda, el ejemplo que propuso fue absolutamente magistral:

La noche del aguacero
dime dónde te metiste
que no te mojaste el pelo.
¿Se podría decir más con menos (o con tanto)?

14.5.09

El antídoto

Siempre imaginé que los árboles tenían vida. Pensaban, sentían y observaban con perplejidad el fiero teatro de los hombres.
Aquella higuera me confesó un día que el aroma del jazmín nacía del pozo de la vida, (muy cercano de las entrañas de la muerte). También me reveló que, al regarlo, concedíamos vida a la vida, pero que, de noche, la muerte abría sus flores para que su esencia ocultara la nausea del miedo, el horror a no ser nada.Por eso, cuando dormimos cerca de un jazmín, olvidamos su presencia y acabamos soñando con los días eternos de la infancia.

13.5.09

Crónica familiar

Como ya sabéis, el pasado sábado celebramos la 1ª Comunión de mi hija. Tanto la ceremonia como la celebración fueron inolvidables. Lo mejor de todo fue la ilusión y la alegría con que mi hija afrontó lo que se le vino encima. Día grande, sí señor.
Para mí, además de la felicidad de mi hija, lo mejor fue el encuentro con la familia (que cada vez resulta más difícil de ver). Por supuesto, el recuerdo doloroso de los ausentes: de mi padre, de mis tíos (puta parca).
Volver a vernos, compartir la comida, reírnos, preguntarnos para saber cómo nos maltrata la vida, comprobar el desgaste de mi tío (con la misma voz y aspecto de mi padre), la demencia senil de mi tía, el esplendor juvenil de los sobrinos, la algarabía de los niños, y los apretadísimos abrazos de todos, como de quien se aferra a un paraíso perdido.
Tus hijos, los míos; mis problemas, los tuyos; ¡qué gordito estás!; ¡vaya tela el Betis!; ¿más Rioja?; ¿cuándo vas a venir, que tus novias te echan de menos…?
¡Como si los días no pasaran! Y un poso triste al despedirnos.

7.5.09

Revisión de niveles

Autochequeo realizado el 7 de mayo de 2009:

-Nivel lírico: 1 (casi inexistente, como el de Ibarretxe).
-Nivel narrativo: 2 (para cuentos estoy)
-Biorritmos: 2 (de lentos a apamplaos).
-Alergias varias: 10 (hasta las trancas).
-Nivel porculero: 9 (y subiendo).
-Líbido: X (de poniente a levante).
-Cansancio: 9 (el habitual para un jueves).
-Interrelacionizaciones: ¡Mande!
-Nivel crítico: 8 (de inconfesable a inefable).
-Nivel blogoideo: 1 (no me aguanto ni yo).
-Nivel “esto es lo que hay”: 10 (¿la raya roja es el máximo?).
-Nivel competencia: 1 (progresa inadecuadamente).
-Ansiedad tabaquil: 10 (¿Julio, cómo estás de Chester?).

P.D.: Pues sí, estaré varios días sin publicar porque tengo este sábado la 1ª comunión de mi hija y viene familia y bla, bla, bla.. Ya os contaré.

6.5.09

Sabiduría publicitaria

Poco después de despertarnos, cuando ya es posible hablarnos --porque antes somos dos zoombies de serie B-- y antes de despedirnos porque cada uno se va a su trabajo y no nos vemos hasta el mediodía, alguno incia entre dientes la siguiente frase: Si tu vida sexual va bien (que no va)... y el otro responde: lo demás no importa.
Luego, una sonrisa, un beso y un suspiro.

4.5.09

La servilleta

Hace unos meses escribí algo sobre mi manía de guardar objetos del pasado como un modo de detener el tiempo (Diógenes contra Pepe el Malagueño) y lo personalizaba en una servilleta perdida entre las páginas de mi Sombra del Paraíso, de Vicente Aleixandre. Hoy me la he vuelto a encontrar y no me he resistido a ponerla. Disfrútenla porque es una auténtica maravilla. En una frase (creo que es un octosílabo) se encierra un magnífico poema.