13.2.13

Heroicidades



Tan solo una raza valerosa como la mía, un temperamento tan acerado, una presteza tan encomiable… para pulsar un botón rojo.
Una deflagración se sucederá a este acto tan heroico como necesario.
Luego un fundido en negro: la nada en nuestras existencias, la realidad mordiendo los hígados de la virtualidad, la voz aniquilando a la máquina:
-¿¡Quieres apagar ya la televisión!?

2 comentarios:

  1. Ja, ja, ja. Hacía tiempo que el final de un micro no me sorprendía. Enhorabuena.

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  2. Gracias, Fernando. A veces los micros no hay que buscarlos muy lejos. Están delante de nosotros.

    Un abrazo

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